Construida en 1891 para albergar los peores criminales de St. Agustine, esta cárcel histórica está en el Registro Nacional de Lugares Históricos. Hoy opera como un museo, permitiendo a los visitantes ver armamento histórico que se usaba en la época, y fotografías tomadas durante su más de 60 años de operación. Diseñada para lucir como una casa victoriana para pasar desapercibida entre los edificios cercanos, el oscuro interior de la cárcel ofrece un espantoso contraste siendo el sitio donde numerosos criminales pasaron sus últimos años. Se hacen tours con regularidad a diario, y de noche, tours para ver fantasmas llevan a los más aventuraros a explorar este edificio que se dice está embrujado.
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